

1. Proceso de reciclaje de envases ligeros
A las plantas de selección llegan los camiones que transportan el contenido de los contenedores amarillos donde previamente los ciudadanos han depositado envases de plástico, latas y briks. Como te habrás fijado ya, en el contenedor amarillo se depositan envases tan distintos que éstos deben ser previamente separados en categorías y tipos para que puedan ser compactados y enviados a diferentes plantas de reciclaje. Unas para acero, otras para el aluminio, otras para el plástico, etc.
La clasificación de los envases ligeros puede hacerse de forma manual o automática.
En el caso de los plásticos, y debido a que existen varios tipos, su separación puede ser manual o automática. En la separación manual, una cinta transporta los distintos envases mientras que, unos operarios, seleccionan y clasifican los diferentes envases según el tipo de plástico con el que estén fabricados (PET, PEAD, Film, etc.). En la separación automática, los envases pasan por una cinta donde, unos separadores ópticos, los identifican automáticamente mediante tecnología NIR (infrarrojos cercanos) y los seleccionan, según los diferentes tipos de plástico, del resto de envases.
En el caso de los envases metálicos, éstos se recuperan de forma automática. Cuando son transportados por las cintas, unos electroimanes separan los envases de acero mientras que los envases de aluminio son separados por unas máquinas que crean unas corrientes magnéticas que los hacen saltar de las cintas y caen a otro espacio donde se almacenarán.
Finalmente, los envases tipo brik, que aunque en la mayoría de los casos se recuperan de forma manual, debido a que contienen aluminio también se pueden separar de forma automática, ya sea por un sistema similar al usado para las latas de aluminio o también por separadores ópticos.
El proceso de separación finaliza cuando cada material es prensado y compactado en unas grandes balas que parten a sus respectivas fábricas de reciclaje.